La Musicoterapia es una terapia que utiliza la música para mejorar el estado de salud y bienestar. Estimular la mente es esencial ya que es el centro operativo donde se procesan, se comprenden y se juntan todas las sensaciones y emociones que los seres humanos percibimos y expresamos.
Gracias a su capacidad para encender emociones y generar endorfinas, la música es un fuerte estimulante de áreas del cerebro asociadas con la memoria, el aprendizaje, el lenguaje, la concentración o la coordinación. Por eso, cada vez más profesionales utilizan la música como terapia para personas con discapacidad física e intelectual.
La música es una experiencia sensorial que puede activar todas las áreas cerebrales simultáneamente. Por tanto, es útil en terapia porque dispara el funcionamiento del cerebro en el sentido emocional, cognitivo y físico. Se ha demostrado que es útil tanto en rehabilitación, educación y en programas para la mejora del bienestar.
Este tipo de terapia actúa de dos maneras: activa (tocar instrumentos, cantar, interpretar la música) y receptiva (usar la música para inducir estados de relajación). También se utilizan otras técnicas y formas artísticas de forma simultánea a la música, como el arte dramático, la danza o la pintura.
El musicoterapeuta trabaja sobre diferentes aspectos de la persona, como pueden ser:
- Aspectos sensoriales: trabajando la habilidad de respuesta ante los estímulos sensoriales recibidos.
- Aspectos motrices: la coordinación, el equilibrio y la movilidad del paciente.
- Aspectos cognitivos: memoria, aprendizaje, imaginación o atención.
- Aspectos socio-emocionales: trabaja la inteligencia y el control de las emociones, así como la expresión emocional o el autoconocimiento de las propias emociones.
Ya que la música es un estímulo accesible y atractivo, tiene gran influencia sobre las personas y éstas reciben la terapia de manera agradable. Los profesionales de la musicoterapia seleccionan y aplican la música de manera que aporte beneficios psicológicos y físicos.