El acceso al mundo laboral es un derecho básico, además de una de las formas más positivas de favorecer la plena integración socio-laboral y la vida autónoma de las personas con discapacidad.
En primer lugar debemos disponer de una orientación profesional, que tiene como objetivo potenciar las posibilidades personales de nuestros hijos, identificando aquella formación que sea acorde con su potencial, a su propio proyecto de vida y a las ofertas profesionales de su entorno.
La Formación Profesional tiene como objetivo ofrecer a las personas desempleadas una cualificación profesional vinculada a las exigencias del mercado laboral, mejorando así sus oportunidades de acceso al trabajo. Esta formación va dirigida a cualquier persona mayor de 16 años, pero fundamentalmente a quienes tienen especiales dificultades de acceso al mercado laboral.
El empleo es un factor fundamental para lograr la participación activa de las personas con discapacidad en la sociedad como miembros plenos de la misma y como vehículo hacia la vida autónoma. Así mismo es la máxima representación de la integración de personas con discapacidad en la vida adulta.