La fisioterapia parte del movimiento como base de todo proceso de desarrollo del sistema nervioso del niño. A la hora de iniciar un programa global de estimulación no hay que desligarlo del aspecto sensorial y psíquico, ya que el movimiento surge como respuesta a la estimulación y ésta, a su vez, no será posible sin una forma de movimiento, variación o cambio.
En un niño con Síndrome de Down la fisioterapia es importante, sobre todo en los primeros años, ya que le enseña a mover su cuerpo de manera adecuada ya que las capacidades psicomotoras son el primer paso su desarrollo. Por ejemplo, le enseña a compensar su baja tonicidad muscular, habitual en niños con Síndrome de Down.