El apoyo escolar debe ofrecer un servicio de atención individualizada para los niños con síndrome de Down, en función de las necesidades que cada uno de ellos presente. Para su atención nos basamos en los principios de normalización, individualización, integración e inclusión, consiguiendo así que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea flexible, y adaptado al perfil de cada uno.
El profesional que da este apoyo, debe detectar y evaluar, con el profesorado, las dificultades de aprendizaje que puedan presentar, y así poder intervenir en ellas para ayudar a superarlas.
Las funciones del profesional de apoyo son:
- Atender al niño mediante el diseño y aplicación de programas de intervención en coordinación con el colegio.
- Seleccionar medios y recursos que faciliten la adquisición de conocimientos de dicho alumnado.
- Facilitar su adaptación e integración en todo el ámbito escolar, así como al entorno social más cercano.
- Mantener una estrecha comunicación con el entorno familiar del alumno, proporcionando información periódica sobre el trabajo realizado y los resultados obtenidos, así como orientaciones para el trabajo en casa.